El rodio renace como materia prima en el mercado automovilístico

La evolución del sector automovilístico ha sufrido muchos vaienes y cambios en los últimos años. La investigación, las nuevas tecnologías y la preocupación por el medio ambiente han provocado que el mercado del vehículo haya realizado innovaciones significativas. Estos cambios en esta industria están beneficiando a unos metales y materias primas que tendrán protagonismo en el futuro y están perjudicando a otras formas de combustión y materias, como en el caso de los motores diesel y la gasolina. (por VALORO 02/11/2017)

Con el compromiso de evolucionar un coche sin tantos productos contaminantes y con la intención de reducir las emisiones de CO2, se ha impulsado la investigación y creación de autos con conversores catalíticos (catalizadores) entrando en escena metales como el platino, el paladio y el rodio.

Este último, como consecuencia de la necesidades de incorporarlo al mercado industrial del automóvil gracias a sus propiedades, ha visto disparada su demanda llegando a cotizar este presente año 2017, casi un 20% más con respecto a otros metales.

Pero, ¿qué es el rodio?

El rodio es un metal que pertenece al grupo de los platinos. Y junto al paladio y al platino es uno de los metales más escasos y por este motivo, tan valorados en la actualidad.

Se usa en aleaciones para mejorar la resistencia del platino y en los revestimientos en partes electrónicas, con el fin de mejorar la conductividad eléctrica. Debido a la nueva filosofía de la fabricación de conversores catalíticos en los coches (un 80% de éste metal se utiliza en los tubos de escape), se usa para controlar la contaminación y reducir la emisión de gases del motor a la atmósfera. De esta manera, el rodio entra en escena convirtiéndose en el metal más caro del mundo.

Sin embargo, el rodio no solo se utiliza en la industria automovilística, sino también en equipos de fabricación de vidrio y en la

industria química, siendo aplicado también, en equipos ópticos y en cámaras fotográficas gracias a su propiedad reflectante.

En la industria, el rodio se emplea en bobinas de hornos, en elementos de laboratorios, reactores de turbina y en la joyería. En el sector joyero, se convierte en un elemento muy valioso porque permite dar una apariencia más brillante y resistente a metales como el oro y la plata, con la aplicación por encima de una finisima capa. Su función de ayudar a proteger las joyas aúna además la de blanquear las piezas de manera especial embelleciendo las piezas de joyería que tanta demanda siempre tienen.

Y como era de suponer, el rodio al igual que el platino y el paladio, proviene un 81% de Sudáfrica.