El litio: el metal de las baterías

Desde hace unos años, el litio se conoce por su capacidad de mejorar la autonomía de las baterías que se fabrican para los componentes y aparatos electrónicos. Ahora, con los nuevos coches impulsados por hidrógeno y electricidad, este metal verá incrementada su cotización gracias al impulso del mercado del automóvil eléctrico. Un mercado que hará protagonista al litio como la materia prima del futuro. (por VALORO 13/11/2017)

Con la fabricación de las baterías y la venta de híbridos y eléctricos, su demanda crecerá hasta que no aparezca otro metal que lo sustituya o otra forma de poder mover un vehículo. De momento, el litio aparece como el metal único para esta función con la consiguiente ventaja de que además se puede reciclar.

La apuesta por el litio y su larga vida en el mercado parece confirmarse. Los datos así lo justifican. Existe una previsión reciente, de que sus reservas puedan ofrecer baterías de 90kWH a unos 750 millones de coches eléctricos, con una duración de 17 años antes de que se agote esta materia prima.

El petróleo, el platino y el paladio son los afectados por el nuevo auge en el mercado del coche eléctrico. Sobretodo el platino, que deja de ser uno de los protagonistas de los últimos años y se coloca, en demanda, incluso por detrás del paladio.

El paladio, que sucedió al platino como elemento para la fabricación de catalizadores para los motores de automóviles diesel, era más económico y más utilizado en los catalizadores de gasolina. Sin embargo, ambos metales empezaron a perder interés debido al cambio de política del sector del auto. El coche diesel y como consecuencia el metal platino, entran en declive en favor de los eléctricos e híbridos. Uno de los motivos de esa decadencia fue el sonado caso “Dieselgate”, que dio una imagen muy negativa a los constructores alemanes de vehículos generando desconfianza en este tipo de motores.

Por otro lado, al precio elevado y la contaminación tan nociva que generan, ha sido esencial para que los Gobiernos dejen de subvencionar el gasóleo y apoyen la energía eléctrica en los vehículos por ciudad. Los “privilegios” que tenían los motores diesel, de los que se beneficiaron años atrás los conductores (taxistas, viajantes y usuarios que recorrían muchos KM al día) se cancelan obligando al mercado a adquirir vehículos eléctricos e híbridos no contaminantes y con una tecnología más moderna. Las subvenciones ahora se dirigen a fomentar el coche eléctrico que deberá afrontar un nuevo horizonte lleno de posibilidades y desafios. De momento, para que este tipo de locomoción adquiera más popularidad e interés, necesita instalar muchos más puntos de recarga eléctrica en las ciudades.

El litio, por otro lado, es el elemento base de la energía que alimenta a los modernos smartphone, tablets y portátiles por su larga autonomía y rapidez de carga. Ahora, además tiene un lugar en las baterías de los coches eléctricos y híbridos enchufables. Según las previsiones, 40 millones de vehículos circularan por las carreteras del mundo en el año 2025 alimentados por las baterías de litio o también llamadas baterías de Li-Ion.

Así pues, el litio, pide paso tomando el relevo de otras materias que dentro del sector automovilístico ya no tienen futuro.